16.11.10

Even brighter than the Moon.


Siempre he soñado.
Siempre he tenido la maldita fatalidad de soñar con cosas, con personas, con lugares donde nunca y siempre he estado.
Según dicen, soñar es de cobardes, soñar es aquello que te impide ser feliz. Soñar es volar sobre un suelo de adoquines grises y juro que he volado muchas veces a ras de suelo, con la punta de mi nariz tocando el cemento a gran velocidad.

Soñar es robar besos, abrazos y caricias a chicos soñados que nunca veré cuando estoy despierta.
Soñar es no vivir, porque soñando no se vive, se vive soñando.
Siempre he soñado y creo que aprendí a soñar el primer día de mi vida,  cerré mis primerizos ojos y soñé, no, no recuerdo que fue lo que soñé,  ni siquiera soy capaz de recordar si soñé algo bueno  algo malo, pero conociéndome, es muy probable que ese primer sueño me diera el día, hora y minuto exacto en el que moriré en un futuro, siempre he sido propesa a los deja-vus.
Siempre me gustaron ese tipo de círculos mágicos. Los principios atados a los finales.

Soñar es creer en algo ilusorio, pero creer a fin de cuentas.
El miedo, la ira, el amor que siento en los sueños es tan real como el miedo, la ira o el amor que puedo sentir en la realidad. Un beso sabe igual que los dados con los ojos abierto y los sudores fríos son igual de molestos.


El soñar tiene el pero de despertarse, abrir los ojos y demostrarte que continúas en la misma habitación pintada de lila de todos los días con sus cuatro paredes, los mismos pósters, las mismas cosas colgando y los mismos libros en las estanterías. Cosas, todas ellas que no pueden soñar, pero que en su paradoja sí pueden ser soñadas.
 He soñado con exámenes que luego me han puesto, he soñado en inglés e incluso he soñado... bueno sí, no debería decírtelo pero también he soñado contigo.
A fin de cuentas no soy una segismunda cualquiera, no vivo atada a mis sueños ya que incluso hubo un momento en el que dejé de soñar.

Los sueños son metas,  los sueños son esfuerzos, son objetivos...

Desde que aprendí a soñar, desde ese día juro que he volado muchas veces a ras de suelo con la punta de mi nariz tocando el suelo a gran velocidad, tan sólo para ver si en alguno de esos vuelos huelo tu perfume y te encuentro para poder volver a soñar contigo y con lo que sienten las piedras y con el frío y con un mondo alejado de mi realidad..

¿Sabéis que os digo?


No soñéis vuestra vida.. vivid vuestros sueños, porque pueden hacerse realidad.



 ¡Have a nice week loves!

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